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    ¡Ya puede empezar a crear cursos!

    Moodle es un sistema de gestión de aprendizaje de código abierto que permite a los educadores crear y administrar cursos en línea. Ofrece una variedad de herramientas y recursos para organizar el material del curso, crear actividades y cuestionarios, alojar discusiones en línea y hacer un seguimiento del progreso de los estudiantes.

    La plataforma es altamente personalizable y puede adaptarse a las necesidades específicas de cada institución o curso. Esto significa que los educadores pueden crear cursos que se ajusten a sus objetivos y metodologías, y personalizarlos para el aprendizaje de cada estudiante. Moodle también admite tanto entornos de aprendizaje síncronos como asíncronos, lo que permite a los educadores organizar eventos en vivo y proporcionar recursos para el aprendizaje a su propio ritmo.

    Moodle es ampliamente utilizado en instituciones educativas de todo el mundo, desde escuelas primarias hasta universidades. También es popular en programas de formación profesional y empresarial. Además, la plataforma es accesible para usuarios de diferentes habilidades y necesidades, lo que la hace inclusiva para todos los estudiantes.

    La comunidad de Moodle es activa y diversa, compuesta por educadores, desarrolladores y usuarios de todo el mundo. La comunidad contribuye al desarrollo y mejora continua de Moodle, y proporciona soporte, recursos y documentación para los usuarios. La plataforma también ofrece una gran cantidad de recursos y herramientas para mejorar la experiencia de los usuarios y fomentar la colaboración y el aprendizaje interactivo.

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Cada vez son más conocidos los problemas de psicomotricidad en niños, gracias al mejor entendimiento de qué es la psicomotricidad. Sin embargo, este era un concepto que hasta recientemente no ha empezado a extenderse. Así, entendemos por psicomotricidad la relación entre el pensamiento y el movimiento. En conjunto, comprende el proceso que une la función cognitiva, las emociones, el cuerpo y el movimiento del mismo. Es, en definitiva, el proceso por el cual una persona piensa en ejercitar un movimiento y este finalmente se ejecuta.

El progreso de un niño en su psicomotricidad le permite ser capaz de controlar mejor sus movimientos e impulsos emocionales, así como una mejor adaptación al medio social, familiar y escolar, evitando por lo tanto los problemas de habilidades sociales en niños. Los problemas psicomotrices son también un elemento que puede obstaculizar el aprendizaje, lo que hace fundamental una intervención precoz; por este motivo trabajar la psicomotricidad permite mejorar la relación y comunicación del niño con los demás.

De manera general, los trastornos psicomotrices están muy ligados a dificultades emocionales o afectivas. Por este motivo, suele ser necesario trabajar ambos aspectos de manera conjunta para evitar heridas emocionales en la infancia.

Cuando nos referimos a los problemas de psicomotricidad en niños, hablamos realmente de que no ha habido un desarrollo adecuado. Esto significa que, por algún motivo, no se ha producido un correcto aprendizaje de las habilidades motoras. Este aprendizaje consiste en ir alcanzando y superando determinados hitos; en consecuencia, el problema se da si no se consigue llegar a esos objetivos en el tiempo adecuado.

Algunos de estos hitos serían, por ejemplo, fijar la vista, gatear, caminar, coordinar movimientos, etc. Cada una de estas etapas suele alcanzarse en unos plazos más o menos estables; por ejemplo, lo normal es que los bebés comiencen a gatear entre los 6 y los 10 meses de edad. Por lo tanto, hablaríamos de problemas de psicomotricidad en niños si estos hitos se desvían sensiblemente de los promedios habituales.

Las causas que pueden dar lugar a estas dificultades de desarrollo pueden ser muy variadas. Algunos problemas de psicomotricidad en niños pueden deberse a alteraciones genéticas o metabólicas. En otros casos, pueden ser debidas a dificultades experimentadas durante la gestación o el parto. Otras veces, encontramos a niños que sufren determinadas patologías o enfermedades. Sea como sea, en cada caso concreto tanto la causa como las consecuencias pueden variar enormemente.

En la mayor parte de los casos, los problemas de psicomotricidad en niños no se pueden evitar. Sin embargo, sí que cabe realizar una intervención temprana, ya que cuanto antes se detecte mejor pronóstico tendrá el problema. Por ello, resulta de vital importancia el diagnóstico precoz y la intervención inmediata.

Son varios los signos que pueden indicar que nos encontremos ante uno de estos problemas. Así, más allá de los ya mencionados hitos del desarrollo psicomotor, existen ciertos síntomas habituales. Algunos de los más característicos serían los siguientes:

•El niño tiene problemas para reconocer el cuerpo o la cara, ya sean el suyo propio o el de otros.

•Problemas a la hora de diferenciar la lateralidad del cuerpo o distinguir entre derecha e izquierda.

•Dificultad para comprender para qué sirve cada parte el cuerpo o cómo se usa.

•Imposibilidad de permanecer inmóvil o dificultad para mantener el equilibrio.

•Dificultad para percibir, entender o reproducir un determinado ritmo o cadencia.

•El menor tiene dificultad con la abstracción espacial, le cuesta entender y procesar información relacionada con volúmenes o superficies.

•Dificultad en la identificación o reconocimiento de formas u objetos.

•Problemas con la “psicomotricidad fina”, esto es, movimientos pequeños y precisos como por ejemplo usar los dedos.

•Se experimentan grandes dificultades con la coordinación de movimientos de diferentes partes del cuerpo.

•Dificultad en el movimiento facial, poco control sobre los gestos o las expresiones.

•Problemas de concentración o dificultad para realizar esfuerzos cognitivos.